lunes, 16 de febrero de 2009

Teoría Experimental

Este fin de semana he tenido tiempo para reflexionar por experiencias que me han sucedido últimamente, por ello quería exponer mi ''teoría'', aunque ni siquiera llega a ser una hipótesis.

Empezaré diciendo que, el ente humano es una conjunción de su ser biológico y su ser cultural, si carece de alguno de estos dos factores no es, obviamente, ya que si carecemos de ser biológico no existimos y se carecemos de ser cultural no somos humanos, somos homínidos. Dicho esto quería hacer hincapié en el universo cultural del hombre y asimismo, responder; a mi humilde modo de entender las cosas, a las teorías que condicionan el comportamiento del ser humano a un puñado de genes que, se quiera o no, son inalterables.

Considero que, el ser humano, debe su comportamiento no sólo a los genes si no también a su cultura y en función de ésta a sus experiencias personales, es decir, es cierto, que en gran medida, los genes condicionan al hombre, no obstante son inútiles en un ambiente hostil, por ejemplo, un ladrón cualquiera, que se haya criado en un barrio bajo, bajo la influencia de un padre que también robaba, y a la vez habiendo visto siempre ese comportamiento no es capaz de discernir que está mal en su conducta. Si aislamos a ese ente vemos que, su cultura ha sido una cultura poco propicia para hallar un comportamiento más asemejado a lo que nosotros conocemos como bien, si vemos su genética, a lo mejor, no es un hombre malo, sin embargo, como su asimilación de la realidad ha sido siempre la de robar, seguramente robará en un futuro. Siempre hay excepciones, claramente, ladrones, tal como el ''Lute'', después de haberse visto rehabilitados han conseguido tener un empleo y una carrera, y llevar además una vida totalmente ''normal'' (si es que la normalidad existe).

No quiero decir con esto que los ladrones son malos sólo porque se han criado en un ambiente hostil. Para refutar esto pondré el ejemplo contrario. Por ejemplo, tenemos un abogado que por cualquier causa, deficiencia mental o simplemente una genética mal combinada se vuelve un asesino. ¿Es malo?. Sí, sin duda, pero tiene una similitud con el ladrón que mencionaba antes, y es que, ambos no distinguen el bien del mal, es decir, tienen su capacidad de asimilación de ambos extremos alienadas, ya sea por genética o porque han vivido en un mal ambiente. La diferencia radica en que, a alguien que ha sido criado en un mal ambiente se le puede reeducar, sin embargo al psicópata no.

Ahora voy al punto más fuerte de mi teoría, la experiencia del ente humano. En función a la cultura adquirida nosotros somos en conjunto, en colectivo, como somos, compartiendo una cultura común y a la vez diferente. Sin embargo, hay un condicionante más de la persona, las experiencias vividas. Con las experiencias vividas, me refiero a aquéllas que nos han dejado mella en nuestro comportamiento: La muerte de un ser querido, el primer amor, el conocimiento del sexo, etc. Todas ellas sirven para definir nuestro comportamiento final.

Llegados a éste punto quiero resaltar lo que llevamos visto: El ser biológico y cultural del hombre, el ser genético del hombre y los factores ambientales del mismo y por último las experiencias de la persona. Todo ello en conjunto es un ser humano, ¿pero de qué forma nos condicionan nuestras experiencias y como podemos ver esto?. Sencillo. Un niño madura en función a su yo biológico, a su yo cultural, y a su yo experimentado. Es decir, biológicamente cambia por la pubertad, culturalmente por su capacidad de aprender y experimentadamente por todo aquéllo que pasa. ¿Cómo podemos distinguir el yo cultural del experimentado?, fácilmente, el yo cultural es aquél que se posee por medio del aprendizaje social, mientras que las experiencias vienen dadas tanto por el aprendizaje social como por el aprendizaje unitario, por ejemplo, la reacción ante un estímulo del exterior (una agresión por ejemplo) es radicalmente distinta en cualquier ser humano, de ahí se dice que una persona es madura experimentadamente al tener una actitud x ante un estímulo y. Lo que es lo mismo si por ejemplo, a una persona le pegan puede optar por devolver el golpe, por poner la otra mejilla o por intentar dialogar con el agresor, las tres son respuestas coherentes ante una agresión, sin embargo, bajo nuestro punto de vista sólo hay una correcta, aunque sea la menos utilizada.

Sólo espero, tras haber expuesto todo este pensamiento mío, no haber liado mucho el tema y que, la teoría que trato de exponer aquí quede clara ya que cada vez hay más personas que creen que la gente no puede cambiar. La gente cambia, y no sólo cultural o experimentadamente, la gente cambia en función también a su biología, se va volviendo viejo, en función a su cultura, aprehende más, y en función a sus experiencias, cuanta más tiene más experimentado es alguien y a la vez más maduro (No confundir esto con culturalmente, no pocas personas son culturalmente superiores a otras y reaccionan más aniñadamente que las que son ''inferiores'' en ese campo). Bueno, sólo espero haberos hecho pensar.

3 comentarios:

Sux dijo...

Pues sí, pero claro todavía los términos del bien y del mal son poco claros, y yo personalmente deseo que alguien me los explique.¿Alquien se atreve?

kaocyan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
kaocyan dijo...

Qué pienso de tu hipótesis: un montón de pseudo-teoría filosófica, masticada, remasticada y vuelta una pseudodoctrina. Dame referencia teórica de verdad y después diré si me hiciste pensar o no.

Usas palabras como "bueno", "malo", "correcto"; sin definirlas dentro de tu escrito/ensayo/reflexión. Para mí hay un comportamiento correcto, para usted hay otro. ¿O es que nuestras experiencias, cultura y biología distintas no influyen en la forma en que percibimos nuestro alrededor?

En pocas palabras:

Es "bueno" tu razonamiento. Claro, si tomamos en cuenta mi concepto de "bueno".